La vida es buena si no te rindes (y no trabajas en retail)


 Si tienes amigos gordogranudos siempre tendrás formas de hacerlos enojar y armar trifulca: puedes traer a colación el eterno y aburrido debate de DC contra Marvel sea en comics o películas, recordarles que el animé apesta, reirte de sus malas habilidades sociales, preguntarles si Miku es del Colo o la U o preguntarles por qué el Catán es inferior al Civilization, en caso que sean zorrones dizque ñoños. Claro, eso pueden hacer, pero yo, un intelectual, elevo el debate:
¿Amigos, es lo mismo la novela gráfica que el comic? ¿Es un subgénero o un tipo de narrativa que utiliza al cómic como recurso visual antes que vehículo principal?
Si, es peliagudo.
Por mi parte soy de los que piensan que cómic, en su concepto general más allá del medio, es un producto hecho para ser consumido sin mayores análisis, cercano en la narrativa en prosa a los antiguos formatos de bolsillo de novelas policiales y románticas, guardando las diferencias con las adaptaciones de novelas clásicas y contemporáneas en este formato y manteniendo su integridad textual, por parte de editoriales grandes. Estos antiguos libros de bolsillos a los que me refiero son lo que los gringos conocían como "penny dreadfuls" o novelas de a centavo, que consistían en piezas simples de lectura rápida para niños o amas de casa decimonónicas, muchas de ellas serializadas. Si bien hay comics, porque ya entienden que me refiero a los de superhéroes, que destacan por su calidad argumental y que no mencionaré porque ya saben cuales son, son los menos y en realidad son obras de autor dentro de un género como es el cómic de superhéroes o el de comedia y similares (que no sé si sigue existiendo, aunque Archie aún se renueva), más apegado a las fórmulas tradicionales.
La novela gráfica se arriesga en un medio encasillado por su público y por paganos, como lo han hecho los autores de los cómics renombrados que NO nombré (coincidentemente autores de novelas gráficas), con mayor complejidad y desarrollo de personajes, experimentación narrativa en tiempos y lugares, a veces una desconexión completa con la realidad o dos pies por completo en el plano físico. No se apega a un género, no busca convencionalismos, a pesar de que a veces pareciera pecar de tomarse muy en serio a si misma, pero al no estar ceñida a un esquema puedes pasar de ella y no sentir que te han destruido un canon de 50 años de un personaje, por dar un ejemplo.
Igual no alteren sus carnes sebosas, solo es mi opinión.
¿Quien es su novia? ¿Manuela Palma?


 Hace unos años, no sé cuantos, me compré una novela gráfica que me tincó caleta. Puesto que trabajo en un lugar X donde me puedo dar el lujo de revisar bien lo que me voy a comprar para leer, le eché un vistazo donde lo primero que me llamó la atención fue la simpleza de los tonos. Todo estaba dibujado y pintado en distintos tonos de cian y negro, con trazos simples pero con una gran atención al detalle en las ciudades. Ya, piola, nadie se compra weás por lo bonito, pensé, así que le di una ojeada rápida que me dejó con la idea de una trama no muy atrapante, pero que tenía algo que me mantenía atento. Quizás la suavidad de los colores o las líneas onduladas, o tal vez fue el título que parecía más de la sección de autoayuda que de aquella visitada por ñoños que no saben controlar su volumen: La vida es buena si no te rindes.
 En este libro publicado por Salamandra Graphic (la división de novelas gráficas de Editorial Salamandra, con un catálogo digno de coleccionar) Seth, el autor y protagonista de la obra, es un hombre melancólico, aficionado a todo lo que se considere antiguo y de vez en cuando sale a caminar y conversar con un amigo sobre cómics viejos y sus antiguas relaciones. En eso, y entre varias actividades mundanas llenas de pasajes autoreflexivos en que relaciona pasajes de su vida con viñetas de los años 30-50, da con la viñeta de un autor que trabaja bajo el seudónimo de Kalo y descubre que su carrera no fue muy larga y publicó en escasas revistas y diarios, así que se obsesiona con su obra y busca más de sus dibujos y dar con su identidad. En el mismo marco de tiempo conoce a una mujer, forma una pareja y parte en búsqueda del autor, en desmedro de su relación.
Puesto así cualquiera se pregunta como esto puede tener un libro en formato de cómic; pues bien, lo tiene. Y es más, la elección del formato es lo mejor. El uso del cian o celeste, creo que es cian, que mencione ya ayudan a establecer lo básico: el ambiente de constante nostalgia que permea la mente del creador. Toda su vida de adulto se va en recordar su niñez o en anhelar un pasado que no le tocó vivir. El contraste está en su hermano, que vive con su madre y, al igual que él, vive estancado en un pasado familiar pero traducido de distinta manera: ve comedias antiguas en VHS, repite los mismos chistes desde su niñez, no quiere dejar a su madre y mantiene una actitud inmadura. Seth, en cambio, vive atrapado en un bucle mental de constantes recuerdos y cada error en su vida termina convirtiéndose en nuevo material para esta futura nostalgia y culpa.
 Hay algo muy atractivo en su forma de escribir. Puesto que en esos momentos habla consigo mismo, es muy directo a la hora de describir su desprecio por los tiempos actuales y la gente, su afición por los comics antiguos y la tristeza por la disolución de sus relaciones anteriores.  Es honestamente duro consigo mismo, no está cómodo con su soledad mas su relación con Boris, su gato, lo complementa bien. Quizás a fin de salir de este constante soliloquio es que su mente se aboca en su obsesión.
Poco antes de cerrarse cada capítulo la historia parece darnos ánimos de que las cosas mejorarán, pero el cierre, desprovisto de toda pompa, al menos nos cierra un episodio en la vida de nuestro persistente "héroe". Pero no se cierra en verdad. Nada se cierra en verdad. Eso me gusta de las novelas gráficas, sobre todo de aquellas más cercanas a la novela post-Joyce o contemporánea, que estas historias tan humanas nunca tienen una resolución definitiva, no están ahí para que cierres el libro y digas "que bueno que todo salió bien para él" y pienses que los cierres de cuentos de hadas eran posibles, porque no hay cierres. La vida continua para el protagonista, solo asistimos a un pequeño pasaje de esta. Pero la historia la compartimos, participamos y continuamos. Fuimos viendo que la vida era buena si no nos rendíamos.


Es por eso que en mi escala simple de valoración de MaravilloZoo le doy cinco jumbitos de cinco. Ahora, si quieren lo divido por categoría aunque igual no queden contentos con el análisis, en ese caso utilizaré la Escala de Mercatorelli para segmentar cada ítem:
Trama (9/10): Como dije, es básicamente literatura contemporanea, conectados con el mundo humano que con el escapismo. O si quieres algo menos cuático, con los trabajos de Harvey Pekar pero en ficción. La historia es interesante, nada disparatada y podría pasarte a ti... si eres un obsesivo compulsivo.
Desarrollo (8/10): Llegas a conocer muy bien al personaje en la primera parte, pero la resolución, para ser una obra de ficción, puesto que Seth nunca empredió esta búsqueda, carece de algún giro o salto que distingue a cuentistas como Yates o Berlin, conocidos por sus cuentos de vidas mundanas y que te emocionan para bien o para mal.
Weás técnicas de dibujo (10/10): Su trazo es super sencillo, personajes con rasgos definidos pero no detallados; el uso constante del celeste te ayuda a seguir en el ánimo melancólico de gran parte del libro, al menos de la prosa, y se nota que a Seth le gusta dibujar ciudades, porque ahí, a pesar de lo simple de sus dibujos, pone harto cuidado. Se nota que es un flaneur que se pasea por las ciudades captando escenas y elementos urbanos para dibujarlos. Lo digo porque, a pesar de lo fácil que pueda parecer, yo no puedo dibujar un callejón creíble.
Hay más items, pero paja.

Entonces volvemos a la misma calificación. Hice todo eso por nara.
Si son de los nostálgicos y no les molesta leer una historia sobre una persona cualquiera buscando a un completo desconocido por razones que tampoco son muy fuertes y tienen harto tiempo en la cuarentena (y lo tienen), búsquenlo en PDF. Se lo merecen.

Comentarios

  1. Qué buena reseña, me encanta como escribes. Respecto a la pregunta sobre la diferencia entre cómic y novela gráfica, el año pasado estuve presente en ese debate mientras hacía el diplomado de literatura infantil y juvenil. Según yo, la diferencia es que un cómic es un formato seriado y las historias suelen remitirse a una estructura probada (Tintín investigando misterios por el mundo, un superhéroe luchando contra diversos enemigos, etc). En el caso de la novela gráfica, ésta obedece un patrón distinto en el tratamiento de la historia, por lo general se trata de una entrega única (aunque a veces es una sola historia dividida por volúmenes, como por ejemplo, Persépolis) y la temática suele ser mas profunda y compleja. Ahora eso según yo, porque según nos plantearon los profesores del diplomado, aún no existe un consenso en los entendidos sobre cuales son las características de una o de otra por ser un formato relativamente nuevo.

    A propósito de Salamandra Graphic, hace poco leí otro título de ese sello llamada "Jane, el Zorro y yo" y también me gustó bastante, aunque por supuesto nada supera a "Todos tienen envidia de mi mochila voladora" <3

    Bueno pasaba por aquí para opinar. Ya lo hice así que me voy. Besito chau.

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    1. Gracias por el besito damitash, pero estoy en una relación y enamorado <3
      En efecto, la diferencia está en cierta forma demarcada, pero hay varias excepciones a ambas reglas y dificultan más llear a concenso. El ejemplo más conocido es Watchmen, que en doce números replantea el canon de los superhéroes como seres moralmente intachables y siempre con las de ganar como húmanos común y corrientes con tecnología a su disposición, dinero, voluntad patriótica y en el único caso con superpoderes, como es el Doctor Manhattan, un ser desconectado de su esencia humana y que no daría ni un peso por la vida en la Tierra. Muy largo para simplemente decir que el género no determinaba la diferencia, en este caso.

      Por otra parte, me gustaría aprovechar la ocasión para aclarar una weá: cuando dije que el cómic tradicional está hecho para "ser consumido sin mayor análisis", me refería a que fácilmente podemos sentarnos una tarde y entretenernos leyendo uno, onda para pasar el tiempo. No soy muy fanático de los comics de superhéroes aunque si tengo algunos personajes favoritos, como el rotísimo Vigía, el facho culiao de Batman por la trilogía Arkham de videojuegos y Spiderman de vez en cuando, así que no podría decir que no resisten análisis cuando cada uno de esos personajes tienen un nivel de profundidad que crece a medida que sus universos se expanden. Mis favoritos como espejo social son los X-Men, que son el carro de batalla de la lucha de las minorías por encontrar aceptación y desenvolvimiento en una sociedad que los rechaza.

      Y eso. Gracias por pasar ;)

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  2. Ji ji. Dejaré esto por aquí:
    https://i.pinimg.com/originals/b4/1a/91/b41a9161f637ba5f81431c66f5cf994a.jpg

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    1. "Oye, yo no era un ñoño... estaba en el club audiovisual"
      Mentira, estaba en teatro, pero lo hacía para no entrar a clases y nunca me inscribí formalmente ☜(゚ヮ゚☜)

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