Y Dios hizo las ramitas de queso y vio que eran buenas en gran manera



  Me declaro un hombre de queso. Me gusta el sabor del queso, aunque comerlo me hace pico el estómago. Lol intolerancia a la lactosa. Me gusta oler las variedades de queso, tomar el queso de tu mesa, chantarle la nariz y ver sus caras de asco cuando me dicen "puta weón cerdo, nadie se va a comer eso".
Por otra parte, no tengo idea de quesos, muéstrenme un queso cuico y confieso mi inopia, pues con cuea se distinguir el chanco del gouda y el mozarella del cheddar, pero no saber distinguirlos no te hace menos amante. Es como tener buenas posiciones sexuales pero que te digan que eres malo porque no les pusiste nombre ni sabías que existían desde hace cuatro mil años en la India. Es más, en mi familia tenemos una debilidad genética por las ramitas de queso y ese sebo denso que llaman suero lácteo. Pero las que les traigo hoy no son las clásicas Evercrisp burguesas de siempre, también mis favoritas, sino que un experimento capitalista de marca Unimarc.

  Las ramitas de queso son, diría yo, el único experimento exitoso de las ramitas tradicionales para salir de las clásicas y vanillas saladas. Recuerdo que por la segunda mitad de los 90 metieron al mercado estas ramitas de queso mantecoso y desde la primera chupeteada de dedos me enamoré. Después no podía parar, como Bart en ese capítulo culiao regular en que es obeso. Junto a estas también habían sacado unas de piña colada, o piña a secas, no lo recuerdo. Colada no creo, esa weá es un trago, pero el hecho es que eran de piña y tan sebosas como las de queso. También eran mis favoritas, pero algo pasó que las descontinuaron. Quizás el animal del que sacaban la "piña" se extinguió o ya no había suficiente material radiactivo para hacerlas, pero como sea ningún almacén de ninguna esquina (casi siempre están a mitad de calle; tele culiá mentirosa) las tenía. No obstante ahí seguían, para mi beneplácito y para el pesar de mi tracto digestivo, las de queso mantecoso.

 A pesar del amor que muchos les profesamos, tiene varios detractores por diversas razones: olor, dedos sucios, la weá más tóxica de la tierra etiquetada del MINSAL... pero donde el vulgo ve defectos yo veo placeres. ¿El olor? Si bien nadie que no sea un fetichista de pies con pinta de pervertido de Europa Oriental aceptará que el olor a queso es rico, la verdad es que el de las ramitas lo es. Todo ese queso sintético de los cheezels, los chesters y las ramitas huelen al espacio entre los dedos de los pies de Afrodita. Además son perfectos para desalojar espacios cerrados llenos de prejuiciosos antiqueso. Es más, preferiría que mis pies huelan así antes que a tierra húmeda y jamón como suelen hacerlo. Si alguien sabe si eso es una enfermedad, que me avise.
¿Los dedos pegajosos son tu cacho, me dirás? Nada como chuparse los dedos, cabros. Claro, en estos días de hiperhigiene y lavado constante de apéndices es un poco más difícil, pero si ya están higienizados chuparse los dedos es el medio placer. No en lo táctil, sino que en lo gustativo. Eso es puro queso concentrado, como el sabor encapsulado en una sola masa de grasa parcialmente hidrogenada. Eso y tu epitelio.
¿Será lo tóxico lo que te repele? Apuesto a que comen weás peores cuando se comen las uñas o van a un restaurant caro.

 Y ahora a lo que te truje: Las ramitas Unimarc.
Foto del currículum

Hoy me desperté temprano con el notición de que mi polola tendría que dejar el internet un rato porque los conchesumadres de VTR aún no van a cambiar el servicio a su nuevo depa, así que para pasar la pena le pedí a mi mamá unas ramitas de queso en el super abierto que pillen (no salgo porque soy población de riesgo, no me juzguen). A la vuelta me trae un paquete grande y naranja diferente al evercrisp tradicional. No pregunté que onda las otras, no quiero dramas, así que venga el veneno.
Paquete abierto, saco una para ver que onda y el sabor golpea. Sabor salado, diría que más salado que las evercrisp. Miro adentro y después de tres zarpazos veo que queda caleta. Para ser un paquete estándar, creo, tiene tanto o más que el grande de las otras. Eso es bueno, porque procuro que me duren caleta para no darles el bajo de una y distribuir el colesterol en mi sangre por días. Algo que me extraña si es la ausencia de bolones o tumores de queso impregnados en los dedos y en las ramitas, también muy propio de la otra marca y lo que más destaqué. No obstante, ya catando el sabor general ¿es eso malo? No creo que lo sea, extraño el chupeteo constante de dedos, pero para esta ocasión en que estoy escribiendo y tocando mi teclado mugroso vienen como anillo al dedo.
El gusto a queso en estas ramitas es raro para mí. Está, parece ser, a todas luces, cheddar pero en vez de estar en una crema para muchos asquerosa de queso y material orgánico desconocido, está dentro de la ramita, Así es, la ramita ES de queso. Una sorpresa agradable para venir de los siempre vilipendiados productos con la marca del super, que uno asume comprarán en cantidades astronómicas a empresas turbias de alimento y lo empaquetan y rotulan acá y descarta de inmediato por no tener el nombre en que has confiado por años estampado en el frontis.


En base a la escala sísmica estomacal de Riptor, la calificación va como sigue:
Sabor (9/10): Rica, diferente a las evercrisps, pero como más salada. O quizás no, pero algo raro tiene la sal. Igual si tuviera una de las otras aquí y las comparara yo cacho que las evercrisps son más saladas, aparte para los que odian chuparse los dedos está la ventaja de que no tiene ese sebo de pie que hace tan característica la otra. Otros lo extrañaríamos, pero está bien. Eso de la ramita teniendo SABOR a queso es novedoso.
Cantidad (10/10): Me sorprendió, es caleta. Igual era la bolsa de 270g, pero las marcas grandes siempre te cagan con aire.
Precio (10/10): Le pasé la plata a mi mamá, pero no caché la boleta. Igual considerando lo que puse y cuanto trajeron yo cacho que salieron baratas.
Experiencia culinaria (7/10): Sin el queso para chupar no es lo mismo, sorry. Gracias por cuidar mis arterias, de todas maneras. Aparte ese es el sello distintivo de la otra marca, así que tiene identidad propia.
Toxicidad (5/10): No sé si medir esto hacia arriba o abajo, pero son tanto o más ricas en sodio que las otras. Cuídense del sodio cabros, es no bueno.

Bon apetit!

Comentarios

  1. Muy buena reseña. Felicitaciones al reseñador. Creo que durante esta cuarentena solo me alimentaré de ramitas Unimarc.

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    1. Gracias señorita, solo recuerde que si termina la cuarentena y el mundo se ha vuelto como de Mad Max los grasosos caeran primero a la parrilla.

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