Mantecol! Oh my god he's eating Mantecol! JIIII-JI♫

 
Gracias al encierro (y a fin de olvidar la ansiedad que me corroe y me está sacando canas en cantidad recién ahora a los 32) me las di de fitness y día por medio me hago cagar las piernas con cardio y ejercicios para bajar la ponchera decadente y mantener mis piernas útiles. O sea, fitness fitness no, que paja hacer dieta y toda esa mierda, pero el ejercicio basta, ¿o no? Dejar de mover solo la derecha y ejercitar la cuerpa, esa es la encarnación del mens sana in corpore sano. ¡Já! Mens sana... puta, igual saltar la cuerda te ayuda a evitar pensar weás autodestructivas, así que una ayudará a la otra.


¿A que viene esa intro charcha? Uuuuh cabros. Uuuuh, no saben lo que se viene.
Traición.
Perjurio.
Explosiones.
Colesterol.


Aquejado por el mal mental ya mencionado, daba vueltas en la casa buscando algo para hacer y entremedio de calcetines desordenados vi un paquete blanco que no veía desde el día 16, cuando volví a usar zapatillas y salí a la calle sin mascarilla a acompañar a mi mamá. Ustedes quizás eran muy jóvenes, pero en esos días no te multaban por andar sin mascarillas, aunque era una suerte de deber moral. Pero aquí sigo, con la misma rinitis alérgica de siempre que hará pensar a mis vecinos por qué ese enfermo culiao aún no ha muerto. Como decía, ahí estaba el paquete, lo volteé y mayúscula fue mi sorpresa por haber olvidado ese chocolate o arma biológica que nunca me comí. ¿Por qué? ¿Por miedo? ¿Mala memoria? ¿Elegí ser un hombre saludable y quise mantener ese camino? Quisiera. Simplemente ahí estaba, mirándome y juzgándome... con sus ojos... un Mantecol.

Creo que por finales de los 90 vine a saber que era un Mantecol. Lo habré visto en un comercial argentino en el cable, por algún canal pa cabros chicos que mantenía la sempiterna tradición de bombardear la programación infantil con publicidad, y recuerdo después verlo en el super, junto al Kinder Sorpresa y otros dulces que nunca me compraban.
No me lo compraron.
Pero pasaron los años y lo volví a ver, esta vez con mi propio vil dinero en las manos, y matanga. Ni me acuerdo del sabor, así que le daré una buena probada a esta muestra, pero primero DATOS DUROS:
No es raro que haya visto al Mantecol en un comercial ché, pues acabo de saber que es un producto originario del otro lado de la cordillera, comercializandose allá desde los 40 y siendo una opción hipercalórica al turrón. Al ser un lulazo de pura grasa, la textura es menos flexible que la del turrón, de hecho podriamos decir que es un Super 8 con tanto sebo como un Kilombo. Este sebo es en realidad crema de maní, así que si, sigue siendo grasa. Cabe mencionar que si bien la weá es argenta, ahora se vende vía transnacional de comida, de hecho Kraft la fabrica, la misma de las mayos. Son tan expertos en grasas y espinillas que no me extrañaría que exista un acuerdo con los dermatólogos a nivel mundial.
Otro dato duro que les puedo dar es que, a mi edad, incluso 10 años antes de cumplir mi edad, comer cualquier cosa pasada medianoche se convierte en un rollo más en tu guata. Así que imaginénse lo que será para alguien que está marcando calugas tragarse esta bala. Bueee, no tengo calugas, pero ese paquete de sustancias no necesita un agregado, tampoco.
No lo hagan sin la supervisión de un cardiólogo.

Primera mordida y ya sale el primer cacho del mantecol: Se deshizo la parte mascada y terminé con migas grasientas en mi polera. Eso si, el sabor te lo perdona todo. Es como comer mantequilla de maní congelada, pero pasada a temperatura ambiente y concentrada en una sola barra, onda como el uranio que se usa en las centrales de energía. Obviamente no me refiero a su forma.
Pensé en comer solo la mitad, pero tampoco es tan grande. Le veo los tres sellos de la muerte lenta y el sabor asegurado (Alto en azúcares, Alto en grasas saturadas, Alto en calorías), pero el otro sellito Sin TACC me tranquiliza un poco. No cacho que es, podría googlearlo pero me da paja, aunque ver unas espigas de trigo con una franja al medio me dice que debe tener relación con el gluten. Buena, al menos no me hincharé con gases ni estaré escupiendo ácido como hidralisco toda la noche. No obstante, creo que me conformaré con las porciones de grasa que me quedaron entre los dientes, pegadas a las mejillas por dentro y en las encías más ocultas, lo que cubriría la cuota de grasa necesaria para una persona no estadounidense. Entonces, puesto que me acobardé y mi brazo izquierdo se siente un poco débil después de esa punzada, veamos que tal le va al mantecoloso:

Sabor (9/10): Nada que decir. Las tres etiquetas de la muerte lenta son garantía de algo rico y cumple en eso. Que sea pegajoso te asegura seguir degustando su dulce caramelo por varios minutos, así que si a tu pareja le gusta el maní puedes replicar la famosa escena de Machuca pero más aceitosa. Y si es alérgica, pues solo replicarás la escena del papá de Nelson encontrándose con un circo de fenómenos.
Precio (4/10): Siempre ha sido caro. Cuando tuve poder adquisitivo entendí por qué mi mamá me penqueaba cuando le decía que quería esa weá. Quizás el maní es caro, no sé. Le compro maní sin sal a mi papá para que no me webee y sale más barato, no entiendo por qué no tiene un precio similar al turrón, pero y que sé yo, que sé, que voy a hacer mañana♫
"Salubilidad" (2/10): No sé como ponerle a la condición de que un producto sea saludable, así que lo dejé así. ¿Qué quieren? son casi las dos y hay colesterol en mis venas. Sólido dos porque no puede ser un uno, ya que si estás muy malnutrido o necesitado de harta grasa y azúcar en tu cuerpo poco sabrosón, este dulce te va a ayudar mucho, como esas barras que comía la mina mala de Chicas Malas. Película weeena.
Portabilidad (4/10): Solo puedes guardarla donde no le llegue calor. Por eso sobrevivió en mi caja de calcetines, porque estaba al lado de los que casi no uso y a la sombra. Una vez cometí el error de descubrir uno en una chaqueta al otro día de habermelo comprado y tuve que raspar crema de maní del envoltorio como los monos cuando... comen mantecol, supongo.

Aplicado el sistema de calificación de la Universidad de Yalevaliómadre, notamos que sale muy perjudicado, pero si lo que buscan satisfacer es solo el criterio "sabor", pues no se irán con mal sabor de boca. Jeje, ¿entendieron? Mal sabor, boca, porque se come...

chao

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