Semillas de ansiedad doctor, ¿donde venden?: Terror en dos páginas con Masaaki Nakayama

 Quiero aclarar algo antes de partir: yo no soy un otaku. Me baño, no digo japonesismos porque me respeto a mi mismo (a menos que quiera hacer parodia o ande muy calentón), jamás en mi perra vida diría "god emperor Kast", no quiero viajar a Japón, no romantizo el estilo de vida de los sarariman ni como sushi haciendo el signo de la paz. Puede que sea medio confuso cuando sobre mi cabeza hay una colección más o menos considerable de mangas, veo animés viejos, me gusta el folklore nipón y soy malo pa seducir. Respecto a lo último, los pendejos ya no necesitan técnicas ahora que los ineptos heredaron la tierra.
Ahora que lo pienso, el "no soy otaku" es como el nuevo "no homo" o "no soy racista, pero [comentario racista]". Si, creo que lo es, pero me parece un buen inicio.
Primer número de la primera trilogía

Primero de la segunda cuadrilogía... ¿o primera cuadrilogía? En ese caso la otra no sería priera trilogía, solo única trilogía...

 Como les mencioné de soslayo, tengo una colección de mangas y si un otaku la viera en verdad solo haría un sonido de reprobación, sonreiría de lado, movería el mechón grasoso de su frente y diría "yare yare daze, que normie". Porque mi colección es de puro manga de terror, donde lo que más pesa es todo lo que ha salido de Junji Ito en español. O casi: hay unas adaptaciones de "Indigno de ser humano" y no sé que otra novela que no me he comprado y no es prioritario a estas alturas. Junto a el también Hideshi Hino, un clásico del manga de terror con sentimientos (admítanlo, es re mamón, aunque bueno), Parasyte completa, el pulento y cochino Suehiro Maruo y weás de Pókemon y Zelda porque el niño interno necesita libros externos. Pero quien nos convoca hoy es el otrora olvidado ahora rescatado Masaaki Nakayama.
 Nakayama es un mangaka que ha trabajado tanto en series conocidas como Black Jack, así como lanzado series policiales y de suspenso. Pero la fama internetera le llegó cuando lanzó en 2003 la antología de terror Fuan no Tane, que tradujó ECC cómics como Semillas de Ansiedad en 2016, cuando los fanáticos del horror ya lo cachabamos gracias a traducciones de fanáticos al inglés. A través de tres números nos presentó una colección de microrelatos con un máximo 4 páginas, donde lo paranormal y derechamente raro estaba siempre presente. Cada historia se sostiene por si sola, suele empezar in media res y nunca te explican nada, lo que me atrajo más aún a este modo de narrativa. Eso me trae a la memoria a cuentistas como Horacio Quiroga, que si bien crean un ambiente perfecto y un desenlace que siempre te sorprende, a veces se pegaba la volá de darte una explicación como cierre, en cuentos como "El almohadón de plumas" o "La corrección", algo que quizás era un homenaje a las novelas góticas donde la explicación al fantasma siempre estaba en el muerto encerrado entre las paredes, en una maldición familiar o en demonios. Claro, se presenta un misterio y el lector necesita y debe saber que provoca la disrrupción de la normalidad, eso parece una norma de la narrativa, pero ¿que si no? Y Nakayama lo hace.
 El estilo de Nakayama tiene más cercanía al relato oral y a la tradición japonesa del hyakkumonogatari, que consiste en contar 100 historias de terror y apagar una vela cada vez que termina una, hasta que al quedar pocas o una supuestamente una aparición asustaría a todos. No tienen que meterme weás paranormales, yo con las historias soy feliz. Y es que se parece mucho a otra actividad muy de cabro chico que es "contar penaduras". Me explayaría caleta en mi amor al relato oral de terror, pero ya lo hice y bien largo en este post del año del poto. El punto es que cuento personal nunca sigue una estructura clásica, solo se establece un poco el contexto y viene el fenómeno. Así tal cual son las historias de Masaaki Nakayama. Por ejemplo, en uno de mis favoritos del primer libro llamado "La norma del último", el protagonista cuenta en una página sobre como existe una norma tácita entre los estudiantes de que el último en salir del gimnasio nunca debe mirar el espejo que está junto a la puerta principal, y en la otra página se ve al estudiante desviando la vista de una cabeza gigante reflejada en el espejo. No te dicen nada, no es algo tampoco para quitarte el sueño, pero es extraño y esta falta de familiaridad sin saber que pasa, esta violación al mundo del sentido común, te perturba de alguna manera. Y se extiende así, como les digo, por tres números.
 Dado el éxito de sus primeras entregas Nakayama lanzó Semillas de Ansiedad+, que en sus cuatro tomos parece tener una suerte de hilo conductor con la historia de una especie de fantasma o demonio llamado Señor Ochonan y en las historias de más de siete páginas del hombre con ojos de cabra del número 2+, pero por lo demás los otros relatos son igual de casuales y fuera de lo común como en la trilogía anterior. Dato Rossa que se me escapaba: el 2013 sacaron una película en Japón basada en la antología, pero centrada en los relatos del señor Ochonan, que en lo personal encuentro los más débiles al ir repitiendo el evento y el personaje, dejando entrever que hay una razón para lo que ocurre. Aparte creo que la película es más mala que la chucha. Lo mismo pasa con la peli de Uzumaki, ahora que estamos en esto. No la vean, es horrible de mala. De nada.

Entonces cabros y cabras, esta es mi recomendación: ¿Les gustan los relatos orales de parientes al que lo penaron? ¿Son de los que sienten fascinación por lo extraño y saben que el terror va más allá del espanto paralizante de ver un cadáver caer del cielo frente a tí y crees que Five Nights at Freddys no merece ser llamado un videojuego de horror? Entonces compañero, esta antología es para tí. Búscala en tu internet más cercano, pero en inglés. Y si la quieres en espaniol, recuerda que ECC las tiene publicadas. Yo me las compré en un stand de la Crazy All Comics cuando vinieron a la Filzic, hará unos dos años mahoma, quizás menos. El resto también, se los encargué a Santiasco y llegaron sin drama, todo negociado por Facebook. Bacán, ¿o no?
Eh, si, Nakayama sacó otra antología de terror, llamada Kouishou Rajio, pero es ahí nomás. Quédense con esta. Y empleando la escala de Kim Kardashov, que solo medirá dos elementos, veamos el resultado, pero ya les adelanto que ganó:
Ilustración (9/10): Me gusta caleta como dibuja Nakayama, le pone mucha atención a cada elemento de la ciudad, a la basura en las calles, la gente, el cableado eléctrico y mucho a las sombras en todo. Pero los humanos son puro estilo manga. En otras noticias, descubrimos que esto es un manga. Supongo que eso lo perdona. Sorry, soy muy occidental a veces pa mis weás.
Narrativa (9,9/10): Me encanta no saber que está pasando y nunca llegar a saberlo. Aparte, en la primera antología termina cada historia con un lugar y una fecha, junto al agradecimiento final a las personas que le entregaron sus historias, sean reales o no. Cuático, como no comprarsela. Y aunque sean falsas no importa, la semilla de la posibilidad de que pueda llegar a pasarte ya está brotando en tus sesos y se llama ansiedad.

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